Pesto fácil y rápido sacado de la tele

Los ratos de ocio que tengo la mayoría de las veces los uso viendo canales para la dueña de casa como el sexista FoxLife, en el que se destacan sus buenos programas de cocina. Ahí está uno de los chef más relajados y buena onda de la Tv, y a pesar de que sea inglés, le pega harto a la cocina.

De una receta de Jamie’s 30 minute Meals  el otro día en un momento de apuro saqué una exquisita receta en tan solo 10 minutos, auqnue claro, con algunas variaciones de la original. Pero el resultado fue bueno también, pensando que era la primera vez que hacía un pesto, ya que en mi familia es algo que nunca se prepara porque hay una idea de que es algo complicado, pero nada que ver.

Ingredientes:

– Albahaca fresca, aún se consigue aunque claramente no es su temporada. Un par de matas o puñados de hojas.

– 2 dientes de ajo.

– Un trozo de queso maduro (parmesano en la receta original, puede ser cualquier otro que sea duro o media bolsita de queso parmesano rallado que es más accesible)

– 15 a 20 almendras.

– una taza de aceite de oliva

– sal y pimienta de cayenne.

Se parte lavando las hojas de albahaca, que según mi opinión está en el top 5 de las hierbas aromáticas por lo que tenerla cerca es ya una experiencia placentera. Luego hay que secarlas con un paño de cocina o toalla de papel y se meten en una procesadora estilo 1,2,3 o los mas top con mini pimer, junto con los dientes de ajo, las almendras y en resumen el resto de los ingredientes. Se muele y listo. A lo más se corrige la sal o se le agrega más aceite de oliva para que cunda.Y obviamente este pesto se sirve sobre unos ricos fideos o cualquier pasta a su elección y se puede agregar más queso rallado. Yo además lo mezclo con berenjenas al horno, pero eso es para otra receta fácil.

Risotto sin Foto

En estos momentos odio a Sony, porque todo sus aparatos son «especiales» y las malditas tarjetas de memoria se llaman «Memory Stick» y sólo los puede leer un «Sonydevaguio» y el maldito cable que conecta mi cámara «Cybershot» con un PC normal también tiene unas medidas especiales que hacen irremplazable el cable original que se me perdió.

Entonces hoy hay Risotto sin foto. Por lo tanto simplemente trataré de ser lo más descriptiva posible con esta receta fácil y rica que me ayudará a terminar esta semana con un mejor menú, ya que si alguno de ustedes me sigue con devoción, se habrá dado cuenta que llevó unos días ausentes. Esto de la vida moderna me ha llevado a caer en una paradoja con respecto a la última entrada de este blog, ya que luego de hacer una alabanza a los tallarines con salsa boloñesa, luego de comer lo mismo 3 veces en la semana me obligué a darme el tiempo de cocinar. Y se me antojó un plato con arroz y que mejor este plato en que es su protagonista y no un simple acompañamiento. En todo caso, otra vez los italianos dándonos lecciones de cómo cautivar al paladar con elementos simples y baratos, gastronomía de la sobrevivencia.  De hecho la primera vez que probé este plato fue en un camping dónde había que turnarse la cocina y en que unos gentiles italianos (la nona y su nieto) hicieron mucho risotto para ellos dos y tuve la bendita suerte de que me vieran con cara de hambre y me ofrecieran el plato que les sobrava. Sin duda el mejor risotto de mi historia.

Ingredientes

2 tazas de arroz

1 cebolla

2 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva

1 litro de caldo de pollo (puede ser caldo de cubito)

Laurel y/o romero y/o azafrán y/o curry y/o cualquier condimento que tenga a mano.

Abundante quedo parmesano.

Esta es la receta para el risotto base, hay varios más elaborados con camarones, champiñones y mil y una cosa más, pero esto acompañado con queso basta y sobra. Bueno acá lo más complicado es le tema del caldo de pollo; viendo programas de cocina del Utilísima y el Home and Health me he dado cuenta que los cocineros top siempre tienen guardado caldo de pollo o carne en el refri. Así que hace una semana cuando prepare un pollo crispi al limón (ya se viene esa receta) con el cadaver del pollo hice un consomé que reservé como una cocinera experta. Pero el caldo maggi salva y si no, como los italianos que me alimentaron aquella vez, simplemente use agua.

Entonces pique la cebolla en cuadritos, ponga  aderretir la mantequilla en una olla y sofría bien la mentada cebolla. Luego agregue el arroz y mezcle como haría cualquier arroz. Luego agregue unos 4 cucharones de caldo caliente, revuelva y espere a que se absorva. Hay que estar atento porque cada vez que se absorva se le agrega más caldo hasta que quede como una crema de arroz. Entre medio agregue los aliños y listo, sirva con mucho queso.

Si tienen alguna variante entretenida de esta receta, los comentarios están a su disposición.

El regreso de un clásico: Tallarines con salsa boloñesa

Ustedes se preguntarán que tiene de especial hacer un post acerca de una de las recetas más clásicas de nuestro menú. Junto con el maravilloso puré con huevo frito, el arroz con vienesa y la marraqueta con mantequilla, los tallarines con salsa son de esas comidas que se han vuelto un básico elemental, el vestido negro de nuestra despensa (no puede faltar) y un plato que por lo económico, rápido y llenador es un salvavidas gastronómico.

Tal vez por esto mismo es que muchas veces nos olvidamos de él, le restamos importancia e incluso en vez de ir mejorando y perfeccionando este plato, lo empeoramos. Digo esto por experiencia propia, ya que desde que me fui a vivir sola que no preparaba una salsa boloñesa como la gente, y en reemplazo de ella ocupaba las muy prácticas, pero no tan ricas, salsas listas «con trocitos de carne», que si bien ahorran tiempo, si uno cae en el vicio de la flojera gastronómica, se pierde una de los grandes legados de los italianos.

Así que anoche puse a descongelar la carne molida y me aliste para picar cebolla. Si bien la salsa boloñesa tiene  muchas variantes según quién la prepare, los básicos siguen siendo el tomate (obvio) y la carne, pero también hay truquitos que ayudan a que quede mejor, así que aca se los comparto:

Ingredientes:

– 1/4 carne molida (entre más magra mejor)

– 1 cebolla grande picada en cubitos.

– 1 Zanahoria

-1 o 2 dientes de ajo

– Hojas de laurel

– Orégano (ojalá fresco)

– 2 tomates maduros.

– Salsa de tomate

– Aceite de oliva

– Sal, Azúcar y medio vaso de vino tinto.

Se pone a calentar el aceite de oliva junto con las hojas de laurel y el orégano, luego se agrega la cebolla en cubitos y se deja freír hasta que quede transparente. Luego se agrega la zanahoria y el ajo picados y se mezcla todo. Revolver unos 10 minutos y agrear la carne molida. Mezclar bien y cocinar unos 5 minutos más. Luego agregar el tomate fresco con un poco más de aceite de oliva y se deja cocinar hasta que el tomate se empiece a desintegrar. Finalmente agregar la salsa de tomates y mezclar todo bien. Ahora vienen entonces los toques secretos: agregar una cucharada sopera de azúcar y medio vaso de vino tinto. Esto le da un toque especial a nuestra salsa, que queda de rechupete. Al final agregar la sal.

Para terminar servimos una generosa porción de tallarines y encima esta maravillosa salsa que luego puede ser espolvoreada con queso parmesano rallado. Para más gula aún puede colocar encima un huevo frito y limpiar el plato con un pedazo de marraqueta. ¡Me dio hambre de nuevo! Así entonces rescatamos de la flojera de la vida moderna llena de alimentos pre-hechos a este clásico de clásicos. Si ustedes quieren rescatar otro de estos manjares de todos los días, los invito a compartir su receta ¡ Salvemos el puré con huevo frito!